Teresa González
Yo era pura,
lienzo blanco de rosas perfumadas.
Yo era océano
cuando tu piel
y mi piel ─miel de amor─
desgranaba mis moléculas.
Yo era dulzura
en tu tornado gris veneno de mi alma.
Yo era perdón,
era paciencia,
era olvido.
Yo te amaba.
Loca metamorfosis que no da calma
ni sosiego
ni credulidad
a esa maldad…
“una más” que se tatuó en mi cuerpo.
Yo soñaba.
Yo creía en ti
sin aquel dolor…
…pero tarde cesó la tormenta en el tiempo
¿y ahora tú?...
Yo no creo
Yo mudé de alma.
Yo volé lejos.
Yo soñaba.
Yo te amaba.
Yo era limpia.
Yo tenía corazón.
No hay comentarios:
Publicar un comentario