Lorenzo de Ara
Afirma Manuel Marín en ABC que “El multipartidismo
no vive de pactar, sino de bloquearse, y gobierna desde la ingobernabilidad.
Una triste paradoja”. Y tiene razón, o por lo menos a mí me lo parece. El
bipartidismo tiene mi bendición. Soy de los que están en minoría, pero no voy a
cambiar de opinión. Por ese motivo me gustaría que en el Puerto de la Cruz los
votantes no apostasen por convertir el ayuntamiento en un manicomio
multipartidista. En el futuro, 2019, con tres partidos en el salón de plenos
tendríamos más que suficiente para comprobar que el municipalismo en la ciudad
tocó fondo hace mucho tiempo. Añadir más partidos al potaje, provocaría un
comistrajo.
No quiero experimentos ni chifladuras donde
trepas, arribistas y fracasados de todo pelaje se aprovechen de siglas que
están de moda para vender mentiras, obteniendo milagrosamente el respaldo de un
ciudadano enfadado y desilusionado.
En definitiva, sapientísimo lector, quiero para
2019 un salón de sesiones con tres partidos a lo sumo. Que los extremistas
salgan del pleno. Que los nuevos mesías bajo siglas políticas muy respetables
en el panorama nacional, pero innecesarias en el Puerto de l Cruz, reciban un
baño de agua fría y retornen a la madriguera de donde salieron. Yo lo quiero,
pro no sé lo que querrá el votante.
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La vuelta a la política activa de Juan Carlos
Marrero es una buena noticia para Coalición Canaria y para el gobierno PP-CC.
El edil de Urbanismo es un hombre de máxima confianza de Carlos Alonso,
presidente del Cabildo, y éste cuenta con él para estar al frente de muchos de
los proyectos capitales en la ciudad. El secretario general de CC se marca como
objetivo irrenunciable que las siglas nacionalistas no desaparezcan del
municipio. En la actualidad, cuatro ediles representan a una formación que se
convirtió, con mucho sacrificio, en un partido vertebrador. Pero CC corre el
riesgo de terminar como sucedió en Los Realejos. Ser un partido fantasma,
insignificante, ninguneado por los votantes. La paz en la casa nacionalista es
imprescindible si hay convencimiento absoluto de que, por encima de intereses
personales, debe primar siempre lo mejor para el partido y lo mejor para la
ciudad. ¿Lo tienen claro sus miembros más destacados? Amistades aparte, quiero
creer que sí. Porque si el regreso de Marrero es positivo, el quehacer de
Sandra Rodríguez es brillante en Hacienda y Cultura. Y de ellos depende que CC
se mantenga con vida. " La soledad, la gran patología de nuestro tiempo,
no es una idea romántica que hasta puede resultar atractiva en la voz de
ciertos poetas sino ese jardín vacío en el que nada crece ni va a crecer
excepto la pena”, Julio Llamazares.
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