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sábado, 29 de abril de 2017

LA OPOSICIÓN DEL "NOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO..."

Lorenzo de Ara

La oposición del Puerto de la Cruz es igual de necesaria que el aire que respiramos. Lope Afonso, alcalde, nuestro alcalde, el alcalde de la oposición también, la quiere activa, dinámica, vivaracha, elocuente, fiscalizadora, impetuosa. El alcalde del Puerto de la Cruz, demócrata de los pies a la cabeza, siempre pone buena cara cuando gerifaltes de la oposición embisten contra su gestión. Es misericordioso en grado sumo. Y la oposición lo sabe. Tiene Lope Afonso lo que muy pocos políticos almacenan en el municipalismo: paciencia numantina.

Dos años en la alcaldía y, oh esperpento patrio, hasta los enemigos de la oposición (yo no me encuentro entre ellos) abren la boca, un día sí y otro también, para enjuiciar el trabajo del alcalde en este corto periodo de tiempo al frente de las riendas de una de las ciudades más difíciles de gobernar de Tenerife.

En apenas 8,9 kilómetros cuadrados, hay más alcaldes que en Madrid, Nueva York o París. La abuela Carmena lo tiene mucho más fácil a la hora de mandar que Lope Afonso. Madrid es un remanso de paz comprado con el Puerto de la Cruz, porque aun siendo verdad, porque lo es, que la estabilidad política ha enamorado al Cabildo que preside Carlos Alonso, no es menos cierto también que, la oposición, que siempre cuenta con el cariño, admiración y pleitesía revolucionaria (¡a lar armas!) de algunos profesionales del periodismo, es la más belicosa de cuantas existen en el panorama comarcal.
Francisco Linares, por ejemplo, no cuenta con oposición. Seamos claros. Manuel Domínguez vive más tranquilo que Mariano Rajoy. Pero el joven Lope Afonso tiene que liderar los intereses de la ciudad de la que depende el presente y el futuro de una comarca donde viven y trabajan más de dos centenares de miles de personas. Almas.

Un periódico decapitó en su día a Lope Afonso. En mi lugar de trabajo, Gente Radio, me subí por las paredes. Pero el mandatario respondió con elegancia. Y pensé en la soledad de mi despachito hogareño: “Es un afrancesado”. Luego entendí que llevaba la razón.

La oposición socialista y asamblearia del Puerto de la Cruz es muy necesaria. Los demócratas sabemos que sin ella la historia no sería autorizada para todos los públicos. Pero la oposición, me remito a Jorge Bustos, “no es decir "no es no"; es decir "no, pero". A mí me ha dejado muy claro PSOE y ACP (Podemos, para entendernos) que el no a Lope es de trinchera. Sin embargo, el “pero”, o sea, la posibilidad de tener en ella una alternancia plausible, es francamente una quimera. No utópico, no. En mi opinión es del todo imposible que se pueda creer que con esas varitas la ciudad del Puerto de la Cruz puede ser gobernada.

No hay que olvidar que Marco Sinese ha declarado la guerra política a Carlos Alonso, presidente el Cabildo. Para él, el protagonismo de la institución insular es un intrusismo en toda regla. Queda clarísimo que si el bueno de Sinese ocupase el despacho de alcalde, lo primero que haría sería marcar el número personal de Carlos Alonso (previamente se lo pediría por favor a Lope Afonso) y sin perder un segundo le comunicaría al Presidente que se acabó lo que se daba (tendría gracia), porque ahora será el Puerto el que tome las riendas del presente y del futuro. Y Sinese viajaría a buscar dinero a la Venezuela de Maduro, por ejemplo, acompañado, claro está, por el compañero del alma en el nuevo gobierno, David Hernández.

Como decía, Albert Einstein, “el mundo es un lugar peligroso para vivir; no por la gente mala, sino por la gente que no hace nada.” Pues así pienso yo de una oposición, la que sea, que, en vez de ser alternativa, yace cómoda en el no, no, no, no, sucesivamente no. Y si no le ha quedado claro, señor alcalde, “¡¡¡Nooooooooooooooooooo!!!”

P.D. Me alegra saber que se dan los pasos pertinentes para poner fin a un problema grave en el Puerto de la Cruz. Este sentido, Industria y Seguridad Ciudadana han mantenido sendas reuniones con algo más de 25 propietarios de establecimientos de restauración. ¿El objetivo? Muy sencillo, afrontar la problemática sobre ocupación de las terrazas en la vía pública. Desde el grupo de gobierno se expresa la gratitud a los empresarios que colaboran y entienden las cuestiones puestas sobre el tapete. Al mismo tiempo, el gobierno local anima a los que no lo están haciendo a que lo hagan. Pedro González, edil del PP, manifiesta que “Puerto de la Cruz luce más bonito y ordenado sin elementos no autorizados”.

Por cierto, una pregunta: ¿Quién coño manda en el Lago Martiánez?

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